El Ministerio Público tiene como titular al fiscal de la Nación, Pablo Sánchez. (Perú21)
El Ministerio Público tiene como titular al fiscal de la Nación, Pablo Sánchez. (Perú21)

Al final de su primer año de gobierno, el ex presidente Pedro Pablo Kuczynski atribuyó el decrecimiento económico a dos factores: el fenómeno El Niño costero y el escándalo Lava Jato.

Un año después, PPK ya no está en Palacio de Gobierno. En su lugar, Martín Vizcarra continúa batallando con el retraso de la reconstrucción de las zonas afectadas. Mientras, los peruanos seguimos sin saber a ciencia cierta cómo y cuándo conoceremos las verdaderas dimensiones del impacto del escándalo de corrupción que compromete al menos a los últimos tres gobiernos.

La situación de Lava Jato es complicada. Primero, por los enfrentamientos entre los fiscales encargados de las investigaciones. Celos y desconfianza quedaron evidenciados durante una reciente entrevista con José Domingo Pérez en Canal N. Escucharlo cuestionar al propio fiscal de la Nación y a su antecesor fue un duro golpe a la imagen y credibilidad del Ministerio Público. Una raya más al tigre dirán algunos tomando en cuenta los cuestionamientos contra Pedro Chávarry a raíz de la divulgación de los audios que precisamente está disponiendo investigar.

Las críticas al trabajo de la Fiscalía no son recientes. Desde el Congreso se ha exigido con insistencia conocer los detalles de los acuerdos con Odebrecht, Barata y sus amigos.

Hamilton Castro niega que sea él el responsable de los retrasos. Por su parte, Rafael Vela celebra que finalmente la colaboración esté fluyendo.

Sin embargo, y a pesar de que hay quienes, como la ex procuradora Katherine Ampuero, elogian el acta de entendimiento suscrita con la constructora brasileña, subsiste la preocupación sobre las condiciones negociadas para la llegada de información desde Brasil. De acuerdo con la nota publicada en Caretas, solo versaría sobre seis de los proyectos ejecutados. ¿Impunidad a la vista? Ojalá que no.

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