(GEC)
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El audio difundido en redes sociales sobre presuntas coimas y repartijas en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) preocupa sobremanera, pues de alguna forma confirma sospechas ampliamente difundidas. Son millones de soles los que maneja Provías Descentralizado y los cuestionamientos sobre los ganadores de las licitaciones se multiplican en las últimas semanas.

Pero escuchar lo que sería la voz de Lisbeth Huamán, exdirectora de la Oficina de Monitoreo y Evaluación de Impacto de esa cartera, coordinando con otro funcionario una comisión de 1.5% por un contrato en Provías Descentralizado, que habría sido pagado “por adelantado”, eleva las sospechas a otro nivel.

El MTC se apresuró en aclarar que “las personas aludidas (en los audios), Verónica Cáceres, exviceministra de Transportes, y Lizbeth Huamán, exdirectora de la Oficina de Monitoreo, Evaluación e Impacto, ya no laboran en el (ministerio)”.

Lo cierto, sin embargo, es que se trata de un nuevo indicio que apunta a la administración del ministro Juan Silva Villegas que, desde que se instaló en el MTC, parece ir de la mano con las denuncias sobre hechos de corrupción. Sin ir muy lejos, solo la semana pasada, al revelarse la identidad de una asidua visitante a Palacio de Gobierno y a la casa del presidente Castillo en Breña, se supo que, en la licitación para construir un puente sobre el río Huallaga, concursaron –y quedaron primeras– dos empresas que prácticamente tenían el mismo socio. Y la buena pro a una de ellas le fue adjudicada por solo una diferencia de 27 centavos en su presupuesto.

Ello desde luego sin olvidar la revelación del acuerdo bajo la mesa que el propio ministro había firmado con empresarios informales de transporte urbano, que acumulan millones de soles en papeletas y cuentan con voluminosos prontuarios de pérdidas de vidas humanas en accidentes de tránsito, sometiendo al MTC, prácticamente, al desmadre de los taxis colectivos y combis asesinas que tanto daño hacen en nuestras pistas y calles.

El Ministerio Público debería ponerse en marcha de inmediato e investigar lo que está ocurriendo en una cartera que ya está emitiendo demasiadas señales de descomposición desde sus propias oficinas.

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