Cartera metálica

“En el plano internacional, adicionalmente, debería asumirse como un desafío evitar que el Perú deje de ser el segundo productor mundial de cobre en los próximos años, posición que, como sabemos, está seriamente amenazada”.
(Foto: Difusión)

El presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, ha ofrecido tener al 100%, de aquí a diciembre, las certificaciones ambientales de cinco proyectos mineros. A saber: Ampliación Toromocho, la construcción del proyecto San Gabriel, la planta de cobre Río Seco, Zafranal y Yanacocha Sulfuros.

Todos ellos, proyectos importantes para mantener a flote la producción de cobre, oro y plata en el país. Con estos permisos, podrán avanzar hacia su etapa de construcción para cimentar y organizar su posterior etapa productiva.

No menos importantes son los proyectos Reposición Antamina, Reposición Inmaculada y Yumpag, que permitirán igualmente ampliar la capacidad de producción. Otárola hizo estos alentadores anuncios durante la inauguración del VIII Encuentro de Mineros y Proveedores, Minpro 2023.

Y, en efecto, son alentadores, pues el Gobierno debe apuntar este tema como una de las prioridades esenciales en la agenda de la reactivación, pues gracias a la minería se está evitando que la caída del PBI sea peor. Son proyectos de este tipo los que están sosteniendo la economía peruana en tiempos de adversidad económica, climática y, ciertamente política, pues la inestabilidad tampoco ayuda.

Es la consistencia y el respaldo a proyectos mineros, con los más altos estándares de calidad y control de los impactos medioambientales, los que el Estado está obligado a promover. El movimiento en las cifras del PBI, aunque a muchos desavisados les parezca una abstracción meramente macroeconómica, incide directamente en las economías familiares, desde las más grandes hasta las más chicas.

En el plano internacional, adicionalmente, debería asumirse como un desafío evitar que el Perú deje de ser el segundo productor mundial de cobre en los próximos años, posición que, como sabemos, está seriamente amenazada. Debido por supuesto a las paralizaciones forzosas producto de conflictos sociales a menudo absurdos o, por lo menos, evitables.

Es importante actuar ya y que las promesas no caigan en saco roto, porque de esa cartera, al menos uno de los proyectos, Yanacocha Sulfuros, ha quedado en stand by por dos años, pues su propietaria, la minera Newmont, decidió virar hacia otros planes de inversión como parte de su estrategia global.

Evitemos nuevas deserciones, el Perú ya no está para esos lujos.

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