Alan García indicó también que no es un deshonor para él permanecer en el Perú por 18 meses. (Foto: USI / Video: Canal N)
Alan García indicó también que no es un deshonor para él permanecer en el Perú por 18 meses. (Foto: USI / Video: Canal N)

“Nos allanamos para que nadie piense que ocultamos algo. Y para mí no es una sanción estar 18 meses en mi patria y apoyar al aprismo”, escribió el ex presidente Alan García en Twitter luego de que el Poder Judicial acogiera el pedido de la Fiscalía y dispusiera un impedimento de salida del país en su contra. Sin embargo, al día siguiente, según dijo Mauricio Mulder por recomendación del partido, García ingresaba a la residencia del embajador de Uruguay en el Perú para solicitar asilo político.

En una carta dirigida al presidente Tabaré Vázquez, el líder aprista sostiene que, en el marco de las investigaciones del escándalo Lava Jato, “en mi patria, las leyes y procedimientos se desnaturalizan y manipulan como instrumentos de persecución”, contradiciéndose a sí mismo y acusando al régimen (de Vizcarra) de usar a algunos fiscales (deducimos que Pérez y Vela) para destruir a los adversarios políticos del gobierno. La cosa no queda ahí, agrega que “aprovechando el antiparlamentarismo tradicional e histórico del pueblo peruano se ha convocado a un referéndum para establecer la No Reelección de los congresistas, como un recurso para fortalecer la pasajera popularidad del presidente accesitario tras la vacancia”. Y apoya su tesis de persecución política en los resultados del informe Bartra, que concluye que “no existe ningún elemento, delación o prueba que vincule a García”. Habla también de indefensión jurídica y de una guerra por copar la FN.

Olvida el ex presidente que los indicios que lo comprometen fueron ventilados por el periodismo. Sus argumentos le hacen daño a la imagen del país y podrían generarnos un conflicto jurídico internacional. Una reacción propia de alguien que debe explicaciones y teme por las consecuencias de sus acciones.