Perú21.
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Hoy, en la página 20 del diario Perú21, en la columna After Party, firmada por la señora Maki Miró Quesada, se contraviene los valores que nuestro diario profesa.

Me disculpo con todas la personas que se han sentido agredidas e indignadas por lo publicado; con los lectores que nos siguen a pesar de las dificultades que enfrenta hoy nuestro país y el mundo entero; con los que no compran nuestro diario, pero han visto ese texto parafraseado en la internet; con la plana de redactores de Perú21 que trabaja a diario y sin descanso exponiendo su salud para contrastar y corroborar la información que les ofrecemos; con el Consejo Consultivo Editorial que nos acompaña y nos respalda de lunes a domingo; y con los ejecutivos y directores del Grupo El Comercio que libran una guerra aparte para sostener a la prensa bajo la convicción de que es y seguirá siendo, por siempre, la mejor arma a favor de la verdad y contra las mentiras que circulan en las redes sociales.

Podría decir que las manos y los ojos a veces no me alcanzan para leer todo el diario antes de su publicación, que a la crisis sanitaria que atravesamos se nos suma una inminente crisis económica y que, en mi condición de directora, debo prestarle toda mi preocupación a ambos temas que tanto angustian a nuestros lectores; pero no voy a hacerlo, no voy a excusarme. Es mi responsabilidad y la asumo. El insulto proferido nunca debió ser publicado, peor si está dirigido contra una trabajadora. La falta de sensibilidad social no caracteriza al equipo de periodistas del que formo parte.

La línea de Perú21 se fundamenta en la verdad, la libertad y el pluralismo. Los editores, podemos discrepar de la opinión de nuestros columnistas, pero siempre protegeremos su derecho a decir lo que piensan y a tener un espacio donde se escuche su voz, en tanto se trate de ideas. Cuando un columnista insulta a una persona, lo llamamos y le pedimos que retire el calificativo. Esta vez, no ocurrió porque no pude leer la columna antes de su publicación. Y si me toca jugarme por ideas que a veces no comparto, con mayor razón me toca hoy pedir perdón por haberse publicado en una columna del diario que dirijo, un insulto insensible e imperdonable a una persona que cumple con la ley y con su derecho a quedarse en casa durante una cuarentena obligada que busca, únicamente, protegernos de la enfermedad y la muerte.

Cecilia Valenzuela

Directora de Perú21

(*) Esta mañana Perú21 retiró la columna de la web.

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