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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Una semana en Tanzania me ha mostrado el enorme potencial del dinero electrónico y las posibilidades que abre la telefonía móvil para generar nuevas oportunidades para los más pobres. Tanzania tiene un poco menos área que el Perú y casi 50 millones de habitantes. La tasa de pobreza es cercana al 28% y su PBI ha crecido a tasas interesantes, cercanas al 7% anual en 2013 y 2014. Un país lleno de oportunidades, aunque aún con relativamente pocos teléfonos celulares, algo más de 30 millones.

Desde el 2009, distintas empresas de telecomunicaciones iniciaron negocios de dinero electrónico, copiando lo que sucede en Kenia con M-Pesa. Hoy los tres principales oferentes de billeteras móviles en Tanzania han logrado hacer acuerdos para interoperar. Hay más de 38 millones de billeteras electrónicas abiertas (se puede tener más de una por persona) entre el 2009 y 2014. Los servicios van desde envíos de dinero de teléfono a teléfono, recargas de celulares, algunos pagos, hasta sistemas de microcrédito, como Timiza o M-Pawa. Más de dos millones de personas acceden a estos créditos desde su teléfono.

Tenemos que aprender de los éxitos de países como Tanzania y Kenia, también de otros como Bangladesh y la India. Este último implementando una estrategia de inclusión financiera ambiciosa que ya logró su primera meta, que todo hogar de la India tenga, al menos, un miembro con una cuenta de ahorros. En el marco de esa estrategia se han abierto más de 150 millones de cuentas de ahorros. Hay muchas innovaciones, estrategias y ejemplos que debemos conocer, evaluar y copiar para asegurar una acelerada inclusión financiera que se base en una oferta de servicios que realmente sirven a la gente.

Carolina Trivellitrivelli@iep.org.pe

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