Huelga de maestros
Huelga de maestros

1).- La lucha de los profesores huelguistas rápidamente consiguió legitimidad, su causa fue aceptada como justa y atendible. Supieron ganar el apoyo de padres de familia y de los gobernadores regionales. La audaz decisión de concentrar su contingente principal en la capital hizo nacional su lucha, pero con el protagonismo de los provincianos. Sin embargo, al no firmar el acuerdo promovido por congresistas y la persistencia de continuar la huelga hasta que la ministra de Educación los reciba –cara a cara– traslució su interés de ser reconocidos como un descentralizado “nuevo Sutep”.

2).-Los errores y desorden del gobierno –Educación e Interior– les permitieron engrosar sus fuerzas. Las acusaciones de “proterroristas” los encorajinó y victimizó. La campaña en contra del CEN-Sutep no les hizo daño. Pero el oponerse de manera intransigente a la evaluación de desempeño de los docentes (en aula) contemplada en la Ley de la Reforma Magisterial ha sido un paso en falso que de continuar puede llevarlos a un callejón sin salida.

3).- El presidente del comité de lucha, Pedro Castillo, profesor rural –a la vez que rondero– de un alejado poblado de la provincia de Chota, ya tenía prestigio en la zona. Como se conoce, fue Patria Roja quien impulsó la constitución de las Rondas Campesinas en la región. Desde ahí, Castillo siguió el camino inaugurado por Gregorio Santos y el Movimiento de Afirmación Social (MAS), ahora asociado a la inscripción de los fonavistas, en un partido inscrito llamado “Más Democracia”.

4).- La protesta de los “violentistas”, representantes de la “unión de dos fracciones del senderismo”, ha realizado mítines y marchas en Lima sin lanzar una piedra a la Policía. Y esta, hasta el jueves, demostró serenidad al cumplir su deber. Movadef ha ganado gracias ajenas. PPK, a diferencia de otros, no carga un solo muerto en las protestas.

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