El FMI recortó la previsión de crecimiento para Latinoamérica a 1.2% en 2018 y 2.2% en 2019. (Foto: USI)
El FMI recortó la previsión de crecimiento para Latinoamérica a 1.2% en 2018 y 2.2% en 2019. (Foto: USI)

Algunos analistas señalan que una economía debe crecer todo lo que pueda; por eso insisten en que la economía peruana debe apuntar a 6% o 7% anual. El crecimiento puede verse desde el lado de la demanda (compradores) o de la oferta (productores). En el primer caso, aludimos a un mayor gasto, sea de los compradores, inversionistas, gobierno o el exterior, que incentiva la mayor producción. Cualquiera de ellos, para desembolsar más dinero, requiere una fuente de financiamiento. Lo sano es que sea el ingreso de cada uno más un poco de deuda, siempre y que no sea excesiva.

Si compradores y/o inversionistas quieren comprar y/o invertir más y asumen deuda para hacerlo, la clave está en que no se sobreendeuden. Si el gobierno es quien gasta más, debe, en lo posible, calzar el mayor gasto con los ingresos que recibe, y que mayormente provienen de impuestos. No se puede crecer por crecer, sino que hay que tener en cuenta los límites que existen en la fuente que financia ese gasto.

¿Y si los productores deciden producir más? Pues habría que analizar dos cosas. Por un lado, para qué lo hacen. Se entiende que esperan que alguien compre. Por otro, para eso requieren más insumos, trabajadores, etc. ¿Están disponibles en la cantidad y calidad necesarias?

La otra opción es que el crecimiento se base en más exportaciones, es decir, que nos compren más desde el extranjero. Eso depende de cómo esté la economía mundial. Aquí lo que vemos es a China creciendo más lento y a EE.UU. con alto crecimiento, pero al parecer, insostenible. Por lo tanto, basar el crecimiento en las exportaciones no será suficiente. Así las cosas, podemos aspirar a crecer cerca de 4%, tasa que no es baja. Sin reformas no será posible aspirar a más.

TAGS RELACIONADOS