Pedro Castillo con los nuevos integrantes del gabinete presidido por Mirtha Vásquez. (Foto: PCM)
Pedro Castillo con los nuevos integrantes del gabinete presidido por Mirtha Vásquez. (Foto: PCM)

Lo que hemos visto desde que el destructivo Bellido fuera reemplazado por en el premierato son señales que se vislumbran como un cambio de postura. El está lejos de ser un arquetipo de solvencia profesional y moral, pero no podemos negar que este gobierno, inspirado seguramente en un afán de supervivencia, busca distanciarse de las posturas maximalistas y refundacionales del cerronismo.

El fin de semana, la premier descartó que la convocatoria a una Constituyente sea prioridad del gobierno, y afirmó que la renegociación del contrato de Camisea se dará a través del diálogo, a contracorriente de la beligerancia de Bellido. El presidente, además, anunció la ratificación de Velarde al mando del BCR y ratificó la aspiración de que el Perú se incorpore a la OCDE (un anhelo más bien ilusorio dada la precarización institucional promovida por este gobierno con copamiento del aparato público). No puede soslayarse la rabieta del cerronismo al ver sus proyectos refundacionales abatirse.

MIRA: Bancadas piden retirar a cuestionado ministro del Interior

Todo indicaría que este gobierno busca tomar la senda del pragmatismo, generar confianza y forjar una mejor relación con el Congreso. Pero estarán lejos de lograrlo si no apartan del gabinete a dos ministros que entrañan serios riesgos. Barranzuela, a la cabeza de Interior, es cuestionable por el relicario de amonestaciones que figuran en su foja de servicios al interior de la Policía; por haber sido abogado de Perú Libre y Bermejo y, peor aún, por su postura en contra de la erradicación de los cultivos de coca. Con su presencia en el gabinete, este gobierno está normalizando el cultivo ilegal de coca (fuente de violencia, corrupción y criminalidad organizada).

El ministro de Educación, Gallardo, es cercano a la Fenatep, el gremio de profesores que congrega a miembros del Conare-Sute y a fundadores del Movadef; y busca flexibilizar la evaluación de docentes que forma parte de la reforma magisterial. El gobierno está a tiempo de revertir estas designaciones; de lo contrario, el Congreso debe ejercer su rol de contrapeso y negarle la confianza al gabinete Vásquez.

VIDEO RECOMENDADO

César Combina: “Barranzuela permitirá la fuga de ‘Pinturita’”