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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

De masa crocante, forma irregular y a veces con relleno, un wantán es el bocadillo de chifa más entrañable. Hay wantanes firmados por Gastón Acurio y otros no reconocidos, pero todos son bien recibidos porque un wantán nunca le cae mal a nadie. Será por eso que pensé en un wantán cuando buscaba un nombre para el programa que estaba por estrenar en la señal de cable y, felizmente, no me equivoqué. El wantán cayó bien, fue bien recibido por el público que se divierte escuchando y conociendo más de la gente que tiene historias que contar y cosas que decir, pero no un espacio donde hacerlo. Ellos son el relleno de mi wantán y como ningún wantán es igual, nadie se aburre. Ahora camino por la calle y me gritan ¡wantán! ¡habla, wantán! con la misma efusividad y cariño que cuando aparecía en otra señal, pero esta vez sintiéndome satisfecho del wantán que estoy haciendo. Del wantán que me provoca repetir cada noche, de este wantán sin tamarindo que le devolvió el orgullo al cuerpo y a mi cara, la sonrisa.