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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

"Con esto voy a matar a la china, ¡carajo!" fue lo que dijo, con una comba en mano, un ex presidente que aspira a regresar a Palacio. Es verdad que, tratándose de Toledo, se podría argüir que es casi inimputable. Sin embargo, en un país saturado de violencia, sus afirmaciones son irresponsables y debieran, al menos, recibir la mayor sanción de parte del Tribunal del Pacto Ético. Y no todo es retórica violenta, hay también agresiones que tratan de impedir que una candidata haga sus concentraciones políticas. A Fujimori se le ha impedido hacerlo en Tacna y en Cusco.

En aras de la transparencia tengo que decir que me dolería muchísimo que el fujimorismo regresara al poder después de todas las cosas que se hicieron en los 90. Creo que hay muchos que piensan así y eso los puede llevar incluso, con todo derecho, a manifestarse en las calles y expresar ese desagrado. Lo que es inadmisible, creo yo, es ejercer la violencia contra un candidato, sea quien fuese.

Hay quienes dicen que esto le va a beneficiar porque la victimiza. Otros que la puede afectar porque hace visibles las profundas fracturas de la sociedad con respecto a ese periodo. Eso no interesa. Lo único a exigir es el respeto al inalienable derecho a la libertad de reunión.

Por supuesto que esto también incluye a quienes responden la violencia con la violencia. Lo han hecho fujimoristas y apristas agredidos, pero quien ha verbalizado más claramente la lógica que hay detrás es Mauricio Mulder, quien, en una entrevista de radio sostuvo que, cada vez que sean atacados, responderían con la misma moneda. O sea, el partido de otro ex presidente considera que la ley debe aplicarse por mano propia, que en una democracia lo que debe primar es el ojo por ojo y el diente por diente.

Esto debería detenerse antes de que termine en una tragedia y se ponga más ingredientes tóxicos a una elección que ya los tiene en demasía. En un clima como el actual, hasta un huevo más es un huevo.

En el caso de Perú21, además de pronunciarse editorialmente en contra de los hechos violentos, cosa que ya ha hecho, es muy importante que cada vez que se informe no exista la menor duda en describirlos como inaceptables e ilegales. Quien impide que un partido político haga una manifestación política electoral está violando la ley y debe ser sancionado. Y los medios de comunicación deben describir los hechos como lo que son.

CODA: Se agolpan los temas para discutir luego de esta agitada coyuntura. Hay lectores que me piden, por ejemplo, debatir sobre cuál es el límite que un diario, dirigido al público en general, debe tener en temas de sexualidad. Otros, reflexionar sobre cómo no caer en una cobertura de extrema banalidad en el ya de por sí banal mundo de la farándula. Otros piden discutir la diferencia entre opinión crítica y difamación intencionada. Ya habrá tiempo para todo ello.

(defensor@peru21.com)#defensorlectorP21

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