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Redacción PERÚ21

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Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com

Correa, como dicta la lógica del neocaudillismo latinoamericano, modificó la constitución en el 2008 a fin de reelegirse, cosa que hizo en el 2009 y en el 2013. Por ello, llama tanto la atención el progresivo deterioro de las condiciones de la prensa y la libertad de opinión. Porque lo que ha ocurrido ahí con el caricaturista Xavier Bonilla no tiene explicación lógica, pero sí política.

Entrevistado sobre esto, el periodista ecuatoriano Emilio Palacios, hoy exiliado en Miami después de la persecución que sufriera por una columna de opinión, nos afirma que esta nueva pulla abre las puertas a un nuevo escenario político en Ecuador. A Correa le quedan tres años en el poder y –como es previsible– lo perseguirán múltiples denuncias (desde corrupción empresarial hasta los hechos contra la vida y los derechos humanos ocurridos en el 2010).

Bien sabemos los peruanos que, cuando el poder se envalentona contra la prensa, pues nada bueno brinda el horizonte. El caso de Correa no tiene porqué ser distinto: una prensa atemorizada, jaqueada, guapeada, poco puede hacer frente a los desmanes del poder político. Más aún cuando el mismo utiliza al Poder Judicial de una manera tan ramplona, como ocurre en este caso.

Así las cosas, todo apunta a que la amenaza de reelegirse en el 2017 es algo más que una bravata. "Siguen molestando y me les lanzo a la reelección", sostuvo a inicios del año pasado; y ya lo ven, cada día más cerca de cumplirla.

La constitución ecuatoriana, establecida por Correa, impide la reelección presidencial por tercera vez; ello, por supuesto, no es un problema para estos caudillos. Sino, vean lo que hizo Ortega en Nicaragua. Hay que tener mucho cuidado con estos patrones, ya sabemos cómo se cuelan por las fronteras.