Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Una vez restablecido el orden en La Parada –en octubre último– con un saldo de cuatro muertos, se esperaba un nuevo rostro en esta zona de La Victoria. Sin embargo, todo ha vuelto a ser lo mismo: mientras que, a diario, toneladas de basura invaden las calles, la delincuencia y el comercio informal campean libremente.

Es más, pese a que la Municipalidad de Lima anunció que había coordinado un operativo de desalojo con el Ministerio del Interior, a la fecha no hay nada concreto.

Perú21 recorrió los alrededores del ex-Mercado N° 1 de Lima y comprobó que el comercio informal está enquistado en el cruce de las Avs. 28 de Julio y San Pablo. Decenas de minoristas –e incluso exmayoristas– venden sus productos en plena vía pública, obstruyendo el tránsito vehicular.

ZONAS TOMADASEntre las zonas tomadas se encuentran las cuadras 1 y 2 de San Pablo. Ahí, estibadores y mototaxis interrumpen el tránsito. Los negociantes informales inician su jornada a las 3:00 de la madrugada, a la misma hora que abre el nuevo mercado de Santa Anita.

Si bien son decenas de minoristas, también hay mayoristas. "Ofrecemos mejores precios que en Santa Anita pues tenemos nuestros negocios desde hace varios años en La Parada. Los productos que vendemos son de la chacra a la olla", manifestó un comerciante.

De otro lado, según los vecinos, los actos vandálicos continúan siendo frecuentes. "Hay robos al paso, cogoteos y hasta balaceras. Esta es tierra de nadie", expresó Nelly Falcón.

Mientras esto ocurre en el exterior de La Parada, en su interior prosigue la venta de alimentos por parte de unos 70 comerciantes. Es más, no tienen impedimentos para ingresar su mercadería, pese a que la comuna de Lima prohibió el tránsito de camiones.

La razón: 'coimean' a malos policías para que les permitan ingresar sus productos. "Aquí existe una tremenda corrupción. Mis colegas cobran entre 50 y 100 soles", denunció un indignado agente.

DATOS

- El alcalde de La Victoria, Alberto Sánchez Aizcorbe, señaló que el caos se debe "a la demora del municipio de Lima en derribar los muros de La Parada".

- Comerciantes de Santa. Anita sostienen que el negocio ya no es tan rentable como antes.