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Redacción PERÚ21

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Mónica Delta,Opina.21mdelta@peru21.com

Su último tuit, "Conga va, conga no va, Cantinflas sería más claro que Humala", refiriéndose a la posición cambiante y poco clara de Ollanta sobre el proyecto minero, echa por tierra la posibilidad de un segundo tiempo para el diálogo convocado por Juan Jiménez.

¿Es esto sorpresivo? No creo. Es una respuesta política de García a la 'megacomisión' de Tejada, que lleva casi dos años investigando su gobierno. García tuvo una victoria parcial con su recurso de amparo. El Poder Judicial declaró, en parte, fundado el que no se haya seguido escrupulosamente el debido proceso, sentenciando en el sentido de que se invalide lo actuado a partir del 8 de marzo. Es decir, lo que dijo el exmandatario ante la Comisión Tejada no puede incluirse y tiene que ser citado nuevamente con temas y preguntas precisas de lo que se le acusa . Desde el "saque" ha sido evidente que la hipótesis de la 'megacomision' parte de la premisa "García culpable". No hay que ser adivinos para ver que esa intención salta a la vista. Pero tampoco es menos cierto que García y sus 'compañeros' están entrenados para defenderse, con uñas y dientes, en batallas de alta y baja intensidad. A García lo que le interesa, además de boicotear "al rockero Tejada", es mantenerse como el líder de la oposición con miras al 2016. Hasta el momento lo ha logrado. Ollanta, por sus características, no debería sucumbir a la provocación. Si entra al pleito, pierde. Su capacidad de respuesta política no es ni estratégica ni aguda. Lo mejor para él es que el halo de su estadía en Wall Street y Naciones Unidas lo cubra por algunos días. Que regrese con cabeza fría es lo más recomendable, porque "este baile" recién empieza. Ojalá que no se sumerja nuevamente en la respuesta simplona contra García. Que no pierda de vista que la figura de presidente de la República tiene un peso específico, más allá de la persona misma.