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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

La doctora Beatriz Merino recibió el lunes el premio Harvard Lifetime Achievent Award, una distinción que otorga anualmente la universidad más importante del mundo a uno de sus ex alumnos a nivel mundial. Antes solo lo había recibido un peruano, el ingeniero Alberto Benavides de la Quintana, el más destacado líder minero de nuestra historia.

Las palabras de agradecimiento de Beatriz, dirigidas especialmente a los jóvenes, deberían figurar en los manuales de estudio de aquellos que quieren tener una vida productiva, aspirando no a la gloria, sino a la trascendencia, sin conformarse con lo alto, sino buscar lo más alto, no buscando lo grande, sino anhelando lo más grande.

En ellas recordó la Declaración de Principios de la Universidad, que se refiere a los valores primordiales que aplicó en su vida y que son absolutamente aplicables –ojalá– a nuestra actualidad política. En apretado resumen podrían expresarse así: 1) respeto por los derechos, diferencias y dignidad de los demás; 2) la honestidad e integridad en todas las acciones personales; 3) la búsqueda consciente de la excelencia en nuestro trabajo; y 4) dar cuenta escrupulosa de nuestros actos y nuestra conducta.

Luego añadió –y hay que prestar mucha atención a estas palabras– "que el premio la renueva como persona y le infunde grandes deseos de hacer cosas nuevas y lograr mayores éxitos. No quiero que este sea un premio que ponga un broche de oro a la historia de mi vida. Al contrario, deseo que me aliente a un nuevo comienzo, a nuevos desafíos en el servicio a mi patria y a mis compatriotas. Sigo pensando que los mejores años de mi vida están aún por venir". ¿Qué nuevos servicios puede brindar a la patria quien ha sido exitosa jefa de la Sunat, defensora del Pueblo y primera ministra, además de eficiente ejecutiva en el sector privado? Le dejo a usted la respuesta, amable lector.