[Opinión] Camila Bozzo: ¿El anticerronismo gana terreno?
[Opinión] Camila Bozzo: ¿El anticerronismo gana terreno?

Todo indicaría que los elementos anticerronistas del gabinete están ganando terreno en el gobierno de Castillo. Francke y Maúrtua, notorios detractores de Cerrón, han diseñado y conducido la gira del presidente por Estados Unidos y eso tiene al cerronismo chisporroteando. Castillo ha desplegado una retórica que se aleja de los postulados maximalistas de Cerrón y sus adláteres: ha negado ser comunista, ha reconocido que el crecimiento se sostiene en la inversión privada y ha llamado a los empresarios a invertir en el Perú. Además, se ha desmarcado de las posturas de los populismos bolivarianos que enaltecen el nacionalismo antiimperialista y, en particular, ha avalado (por lo menos con su silencio) las declaraciones del vicecanciller Luis Enrique Chávez en el sentido de que el Estado peruano no reconoce la legitimidad de Maduro como presidente de Venezuela. Esto ha desencadenado la furia de Bellido, quien ha desmentido al vicecanciller y lo ha invitado a dar un paso al costado.

Con su discurso ante la ONU, Castillo se ha perfilado ante el mundo como un demócrata de centro izquierda que cree en la economía de mercado y en el manejo macroeconómico responsable, pero que busca un crecimiento sostenible. Hasta condenó el terrorismo, y habló del respeto a las libertades (cuando su bancada presenta proyectos para controlar los medios) y de la igualdad de género (con dos ministras en su gabinete). Sin embargo, esta retórica no se condice con los hechos: mantiene a ministros filosenderistas y sin idoneidad para el cargo, no deslinda de los proyectos controlistas de Perú Libre ni de sus intenciones de convocar a una Constituyente (en su discurso habló de una nuevo “pacto social” y no queda claro si se refiere a una nueva Constitución), y no nombra al presidente ni al directorio del BCR. Lo que tendríamos que preguntarnos es si acaso esta gira marca un punto de quiebre en la política de gobierno, y si es que acaso a su regreso apartará a Bellido. El presidente ya ha demostrado ser errático y serpenteante, y eso nos impide ser auspiciosos. Solo queda esperar.