(Opinión) Camila Bozzo: El entrampamiento continúa

La información revelada en los últimos meses y, en particular, en las últimas semanas da cuenta de la actuación delictiva del presidente y, peor aún, de su afán por obstruir la justicia. Sin embargo, y aquí la paradoja trágica, parece que por el momento el presidente permanecerá afianzado en el cargo gracias a la contumacia de un sector de congresistas que ha optado por transar con la impunidad.

Ninguna de las opciones que la oposición viene discutiendo para interrumpir el mandato presidencial parece ser viable por ahora. Aunque la moción de vacancia ya tiene 60 firmas, suficientes para ser presentada, parece virtualmente imposible que se alcancen los 87 votos para aprobarla. El adelanto de elecciones necesita menos votos que la vacancia para su aprobación (66 y posterior referéndum), pero este escenario parece aún más lejano por la lógica de permanencia que prevalece entre la mayoría de los congresistas. De hecho, los dos proyectos de reforma constitucional que plantean el adelanto se han estancado en la Comisión de Constitución por falta de respaldo y difícilmente eso cambie. La propuesta que viene promoviendo un sector de la oposición para aprobar un proyecto de ley que allane el camino para la suspensión presidencial (67 votos de 130) es cuestionable y sentaría un precedente peligroso; eso explica por qué no ha logrado el suficiente respaldo para su aprobación.

Lo que sí podría abrir una nueva ventana para la oposición es la denuncia constitucional presentada en contra del presidente por la Fiscal de la Nación. Luego de que el Tribunal Constitucional declaró improcedente la ampliación de demanda competencial sobre la interpretación del artículo 117 de la Constitución, es el Congreso, específicamente la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, el que tendrá que decidir sobre el pedido de la Fiscalía. Todo indica que con el retiro de los tres supuestos “niños” de la Subcomisión el camino está allanado para que se declare admisible la acusación constitucional contra el presidente. Todavía está por verse si la oposición logrará conseguir los 50 votos en el Pleno (sin incluir a los miembros de la Comisión Permanente) para acusar y suspender al presidente. Dependerá de la muñeca política de la oposición y de su capacidad para ponerse de acuerdo y dejar de lado los enconos y ojerizas.