notitle
notitle

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Mónica Delta,Opina.21La renovación parcial del Gabinete ha sido sorpresiva, pero no suficiente. El 'director técnico' sigue pensando que es cuestión de hombres (cercanos) y no de políticas de gobierno. El país se ahoga en su estancamiento y la "percepción", que es realidad, nos enfrenta a la criminalidad diaria que va en aumento.

¿Es suficiente un voluntarioso militar en retiro para minimizar la delincuencia y maximizar la sanción? No lo creo. Se requiere un cambio de mentalidad respecto a la solución, que no es solo policial. Se necesita un presidente y todo un gabinete verdaderamente comprometido con la seguridad del ciudadano. Se necesita liderazgo social para lograr cambios. Daniel Urresti tendrá presencia mediática, no hay duda. ¿Logrará cambiar la sensación de miedo en la población? Depende. Solo si viene con plan estratégico y no se queda en el show. No tenemos duda de que ha llegado con ganas, pero eso no alcanza para revertir el problema.

¿Cuál es la visión respecto a la inseguridad desde el gobierno, que es un asunto que viene de otros gobiernos, que solo hay que levantarle la moral a la Policía con "hurras" y saltitos militares, que la percepción cambia si tenemos a un "mando castrense" que se pone gorrita y levanta la voz? Hay mucho dinero detrás de la criminalidad. Las fuentes de financiamiento vienen del narcotráfico, de la minería ilegal, de las mafias de construcción civil y, sin duda, de la corrupción, que es "la costra" del sistema. Las operaciones criminales continúan manejándose desde cárceles sobrepobladas.

Entramos a un periodo de elecciones en los que nadie puede controlar de dónde sale el dinero para las campañas, y cada vez se sabe menos si hay autoridades o candidatos 'hipotecados' a mafias organizadas. Parece exagerado, pero no lo es. Por eso creemos que la seguridad abarca más que el cambio de un ministro, el sexto en tres años. Con entusiasmo y buena voluntad no hacemos mucho. Lo que es imperativo es entender el peligro en el que estamos como sociedad y afrontarlo, pero de verdad.