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Redacción PERÚ21

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Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com

Advertimos, hace pocos días, que los asesores presidenciales –y los adulones mediáticos– le hablarían al oído sobre las encuestas, apuntando a los medios y a la oposición como fuentes originarias de la caída en la popularidad. Así es como entendemos la bravata.

Empero, habría que recordarle al mandatario que no es ni la oposición ni la prensa independiente los que han permitido que la Sra. Heredia se convierta en el factótum gubernamental. Que 8 de cada 10 peruanos crean que la Sra. Heredia gobierna (2 de esos 8 le dan cierto beneficio al mandatario), y que 73% de los encuestados crean que su presencia perjudica al gobierno es responsabilidad del presidente, no de terceros.

La caída del 39% al 24% de popularidad ha consternado al binomio presidencial, y en mayor medida –imaginamos– la caída de la primera dama del 41% al 24%. Ha sido un remezón, sin dudas. Sin embargo, lo primero que deberían hacer en Palacio es revisar las razones detrás, no ir buscando culpables y soltando pequeñas rabietas.

El aumento de los salarios ministeriales, la expulsión del expremier Villanueva y el trato posterior, las alianzas políticas convenidas, el incremento de la inseguridad y la paupérrima reacción del gobierno, son solo algunas de las razones detrás de la debacle en cuestión. Sin embargo, nada se acerca, ni remotamente, al malestar generalizado por la exagerada presencia de la Sra. Heredia en los quehaceres gubernamentales. Hecho que, además, ha sido retratado por todos los medios, incluso aquellos casi oficialistas.

Matar al mensajero es una mala estrategia, pero buscar victimizarse cuando se cometen errores, es aún peor. Busque a otros consejeros, Sr. Humala; los actuales no entienden lo que pasa.