Cade 2019: Primer alcance. (Foto: IPAE)
Cade 2019: Primer alcance. (Foto: IPAE)

Esta 57° edición de CADE 2019 ha llegado a su fin marcando un verdadero punto de inflexión.

La conferencia se inició con un deslinde categórico y un contundente rechazo a la corrupción por parte del sector privado. Esta no solo daña la imagen del empresario, sino contraviene su naturaleza social y solidaria.

Una economía social de mercado requiere, más que ningún otro modelo de desarrollo, de transparencia para que pueda prevalecer una situación de competencia y de estímulo a la iniciativa privada y a la inversión. Es rol tanto del sector privado como del Estado perfeccionar sus sistemas de control y establecer los procesos que garanticen un mercado libre de estas desviaciones.

Una segunda conclusión que emerge de las presentaciones y de las cifras es la imperiosa necesidad de retomar tasas de crecimiento más altas.

Un mayor crecimiento económico cerrará las brechas de pobreza y de desigualdad con más dinamismo.

En este objetivo nacional, el papel que juega la productividad y la eficiencia es fundamental.

Un país competitivo exige empresas eficientes y un Estado con servicios de calidad.

Los facilitadores de la eficiencia para ambos sectores son la infraestructura, la tecnología, la innovación y la plataforma digital.

La propia ministra de Economía, María Antonieta Alva, quien atendió a nuestra invitación, reconoció esta dinámica mostrando un plan de trabajo muy enfocado y orientado a estos aspectos, dejándonos una muy buena impresión.

Esperemos que esta claridad y orden lógico prevalezcan en un gobierno que aún no muestra una intención política transparente.

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