Burbuja pinchada

Opinólogos y periodistas capitalinos vienen haciendo malabares para intentar explicar lo que pasó con el Frepap y UPP, cuando les sería más fácil asumir su perplejidad. El que no reconozca su sorpresa probablemente no esté siendo muy sincero. Luego de las primeras encuestas, yo mismo ironicé con que Solidaridad Nacional, Apra y Contigo estaban tan mal que ni sumando todos sus votos sacarían más que el Frepap. Ya vemos que me quedé corto. Mientras que los tres primeros no tienen ni un congresista, Frepap tendrá 16.

Los principales medios de comunicación se pasaron meses entrevistando a Bartra, Vilcatoma o Mulder una y otra vez, dando poca o nula atención a los que realmente estaban pescando votos en ese río revuelto. Toca, una vez más, que la prensa asuma su miopía, consecuencia tanto de su ombliguismo como de su complicidad con una agenda impuesta por pequeños grupos de poder en su intento por sobrevivir a sus complicaciones judiciales e impotencias políticas. La mejor muestra es que Frepap y UPP, dos movimientos que desde las pantallas televisivas se leían como marginales, hayan terminado siendo las corrientes populares de esta elección. El “Perú oficial”, una vez más, no parece haber representado a nadie más que a sí mismo.

¿Será que para un buen grupo de peruanos dignificar la política significa llevar al poder a Frepap, un partido teocrático, o a UPP, que quiere mandar al paredón a medio mundo? ¿Podemos seguir explicando las decisiones electorales que no entendemos con el deficiente cajón de sastre del “voto de protesta”? Que la elección congresal no haya estado acompañada de la presidencial ha ayudado a sincerar la multiplicidad de miradas que existe a nivel nacional, ahora reflejadas en votos que traen a muchos el temor que siempre llega con la incertidumbre.