[Opinión] Aldo Mariátegui: Esa Dina es otro desastre.  (Foto: archivo Midis)
[Opinión] Aldo Mariátegui: Esa Dina es otro desastre. (Foto: archivo Midis)

-Sentí vergüenza de ese discurso de Dina Boluarte en Davos. Va a un escaparate mundial para vender al Perú y se dedica a hablar peste de nuestra minería; además, con un lenguaje y un discurso muy elemental (hasta repitió que los españoles se llevaron el oro del Perú. Que se entere de que todo lo que se llevaron del oro incaico incaico equivale solo hoy a la produccion de una mina grande en unas décadas. Se estiman unas 185 toneladas entre México y Perú). Ya la vez pasada se puso a cantar en plena crisis en Huancayo. Una persona tan, tan mediocre y resentida sería igual –o hasta peor– que Castillo. Es muy poquita cosa esta Dina como para asumir el poder.

-De pasar de un mundo que vivió décadas de inflación bajísima ahora estamos en una realidad de una inflación relativamente alta y complicada porque se origina, por un lado, por toda esa liquidez que se inyectó para evitar que la gente se quedase sin ingresos por el COVID y, por otro, por una menor oferta de alimentos (aceites y cereales sobre todo) y combustibles por esta estúpida guerra de Putin. En USA se da la paradoja de que hay casi pleno empleo (los negocios se arranchan literalmente a la gente) y los trabajadores se dan el lujo de escoger empleos, irse si se aburren del jefe o pedir más paga de entrada; sin embargo, leía ayer de gente que se quejaba de que ni con US$20 la hora (y mucho más no te van a pagar por un trabajo de servicios sin cualificación. En McDonald’s arrancas con US$11 la hora. Target te paga US$15) les alcanzaba para llegar a fin de mes porque los combustibles, la comida y los alquileres se habían disparado.

Mucha de esta inflación actual de USA es culpa de Biden, pues el gigantesco paquete de inyección de dinero que lanzó ya no era necesario en ese momento, pues los cheques de Trump ya habían sido suficientes. Pero los demócratas de ahora son así: solo saben gastar y regalar la plata (y subir impuestos para mantener esa fiesta), tal como los socialistas españoles. Y eso que Biden es un “moderado” entre ellos.