Papa Francisco
Papa Francisco

Dicen que fue el Che o uno de los escépticos de la Cuba de Fidel quien dijo: “El bloqueo yanqui terminará cuando un negro sea presidente de EE.UU. y un cardenal latinoamericano llegue a ser Papa”. Aunque se cumplieron estas condiciones, el bloqueo a la isla, todos sabemos por qué, continúa hasta Dios sabe cuándo.

Sin embargo, parece que desde el cielo se escogió a La Habana para que en cinco años de negociación el gobierno colombiano de Juan Manuel Santos y los jefes de las FARC llegaran a un firme acuerdo, asentado en una inquebrantable voluntad de conquistar la paz. Y fue el papa Francisco el que saludó este histórico acuerdo, acompañado por la felicitación del presidente Barack Obama. Aunque fue una por otra, también una profecía más difícil que el desbloqueo sí se hizo realidad. Qué duda cabe que Francisco será recordado por muchas otras cosas más importantes, y que Obama será el próximo presidente de los EE.UU. para corregir los entuertos e inequidades del actual.

En la exhortación apostólica La alegría del Evangelio del papa Francisco, se lee: “Así como el mandamiento ‘no matarás’ pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir ‘no a una economía de exclusión y la inequidad’. Esa economía mata. No puede ser que no sea noticia que un anciano se muere de frío en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos de la bolsa. Eso es exclusión. No se puede tolerar más que se tire comida cuando hay gente que pasa hambre. Eso es inequidad”.

“Prefiero una Iglesia herida y manchada por salir a la calles, antes que una Iglesia preocupada por ser el centro que termine clausurada en una maraña de obsesiones y procedimientos”.

La Economía de la Comunión, a la que se adhiere el papa Francisco, es una forma de concebir la empresa y los beneficios cuyo centro no es el dinero sino el ser humano.