El grupo de trabajo, encabezado por César Segura (Fuerza Popular), votó la acusación y el resultado fue de 8 votos en contra y 3 a favor. (Foto: USI)
El grupo de trabajo, encabezado por César Segura (Fuerza Popular), votó la acusación y el resultado fue de 8 votos en contra y 3 a favor. (Foto: USI)

El último blindaje político a Pedro Chávarry parece haber materializado sus primeros efectos. Tras ser salvado de la destitución en el Congreso –gracias a los votos de fujimoristas y apristas– el fiscal de la Nación despidió a la fiscal provisional Erika Delgado Torres, miembro del trascendental equipo especial de la Fiscalía que investiga el caso Lava Jato y los aportes ilegales a los partidos políticos. Esta decisión ha sido advertida por congresistas y especialistas en la materia como un golpe a las investigaciones para esclarecer el pago de sobornos de Odebrecht a funcionarios públicos.

Chávarry ha intentado justificarse aduciendo que lo hizo para “fortalecer” el trabajo del equipo. Sin embargo, si realmente esa era su intención, antes debió consultar con los responsables de conducir las diligencias. El fiscal líder Rafael Vela y el fiscal provincial José Domingo Pérez fueron sorprendidos con la remoción.

¿Cómo se va “fortalecer” al equipo especial, que tiene una gran demanda de trabajo, si se lo deja sin fiscales? ¿Chávarry sabe más del caso Lava Jato que Vela y Pérez, que ya tienen meses investigando? Ejecutar un cambio de fiscal en medio de una diligencia no “fortalece” el trabajo como aduce Chávarry. Precisamente, nuestras fuentes en la Fiscalía lo consideran un boicot, un acto pensado e intencionado, que tiene como finalidad entorpecer las labores.

Cómo discrepar entonces del congresista Alberto de Belaunde cuando sostiene que este acontecimiento es parte de “un pago de favores”, que Chávarry saldó una parte de su deuda con el fujimorismo que votó en contra del informe que recomendaba su destitución e inhabilitación por diez años de cualquier cargo público. Por su parte, el ex fiscal superior Avelino Guillén dice que Chávarry le ha “dado un golpe sustancial” al equipo especial porque, además, le ha quitado a una fiscal en pleno operativo de allanamientos a las viviendas de investigados en el caso de Fuerza Popular.

La fiscal Delgado era pieza clave para José Domingo Pérez, él mismo la llevó a su despacho para que trabaje a su lado. Era de las que estaba más empapada del caso Metro de Lima, que involucra al ex presidente Alan García. Su intempestiva salida no solo preocupa al interior del Ministerio Público, también a la opinión pública, que cada día ve cómo el fiscal de la Nación –considerado por la Fiscalía contra el Crimen Organizado como parte Los Cuellos Blancos del Puerto– juega en pared con el equipo equivocado.

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