(GEC)
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Luego de escuchar a Óscar Ugarteche tras el fallo del Tribunal Constitucional, que le impedirá registrar su matrimonio con Fidel Aroche ante el Reniec, es difícil no entender el voto de los magistrados Sardón, Ferrero, Blume y Miranda como la muestra más reciente de que el principio de igualdad ante la ley sigue siendo en Perú una fantasía.

En la práctica, el TC, al negarse a ver el fondo del pedido y rechazar el asunto por un tema de forma, renunció a su mandato constitucional contra la discriminación, priorizando prejuicios que afectan a cientos de miles. No olviden que la Constitución habla de proteger a la familia, no que la familia la forman un hombre y una mujer. Así que la función de los magistrados es asegurar protección a todas las formas de familia, como la que Ugarteche y Aroche tienen.

Miren el contraste: mientras Ugarteche y Aroche han mantenido una lucha digna e inagotable a favor de la expansión de derechos como lo son la libertad e igualdad, Sardón, Ferrero, Blume y Miranda eligieron ponerse del lado del reaccionarismo rampante que recorta libertades y mantiene desigualdades. Mientras la pareja está construyendo puentes, los magistrados paredes.

Lo bueno es que otros tres magistrados, especialmente Marianella Ledesma con precisión impecable, han sido claros en que no reconocer el matrimonio Ugarteche-Aroche es abiertamente discriminatorio y contrario al principio constitucional de igualdad ante la ley, marcando una línea visible entre los que están del lado correcto de la historia y los que no.

A todo esto, gracias a Óscar y Fidel por su valentía y ejemplo, muy bien reflejados en esta frase que dejó ayer el mismo Óscar en una entrevista que recomiendo escuchar: “En el Perú existe una aversión por el futuro. No podemos enfrentar el futuro. Si esta decisión del TC no es un acto de discriminación, ¿entonces qué es? Pero la lucha continuará”.

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