DAMASCO (DPA).– En su primer discurso público desde junio de 2012, el presidente sirio, Bashar al Assad, excluyó de una hipotética solución política a los rebeldes que intentan derrocar su régimen, a los que calificó de «terroristas» y «marionetas de Occidente».
Para Al Assad, los rebeldes que se enfrentan a sus tropas son «terroristas» y «criminales» que albergan la ideología extremista de Al Qaeda.
El mandatario sirio acusó además a potencias extranjeras de estar apoyando a los rebeldes, a quienes calificó de «marionetas de Occidente».
Al Assad agradeció el apoyo de los gobiernos de Rusia, China e Irán por rechazar una intervención extranjera.
La guerra civil en Siria ha dejado más de 60 mil muertos en 21 meses y 170 mil personas han huido del país.