Asesinando la investigación policial

Se ha vuelto “moda” en predios del Ministerio Público la “detención preliminar”, echando mano de los involucrados en un presunto delito y, por medio de delaciones premiadas, inician sus diligencias. El problema es, además, la exposición mediática a veces exagerada e innecesaria de los detenidos, mostrándolos casi culpables, sin haber sido investigados y mucho menos condenados. No defendemos el delito, pero sí los derechos de todos.

Para muestra, hemos visto cómo el 2 de octubre 2020, la Diviac PNP detenía en sus domicilios a Mirian Morales, Karem Roca, Richard Cisneros, Oscar Vásquez y otros, integrantes del defenestrado círculo cercano del presidente Martín Vizcarra, por la presunta comisión de delitos de colusión agravada y negociación incompatible en agravio del Estado. La fiscal de Delitos de Corrupción de Funcionarios Yenny Huachillo logró convencer a la juez Sonia Bazalar sobre la necesidad de la medida, sin haber una investigación policial previa, para fortalecer el proceso.

En los hechos, la detención preliminar (de la fiscalía) ha “asesinado” la investigación policial. El experto en legislación procesal penal Dr. Víctor Mandujano nos explica lo siguiente: “Al inicio de la reforma procesal en Latinoamérica en México y Chile, la Fiscalía quiso dirigir indebidamente las funciones de la Policía, pero con una contrarreforma interna se corrigió oportunamente, acorde a los principios del modelo acusatorio”; asimismo, anota: “Se debe modificar el Art. 330 del CPP, que permite duplicidad de funciones entre fiscales y policías”. Esto no significa desconocer la función acusatoria de la Fiscalía; al contrario, es solo darle su lugar, la parte legal y no operativa.

El especialista jurídico y exasesor parlamentario Dr. Luis Yunis H. nos dice: “La justicia no es tema solo de abogados que involucra al Ministerio Público y al Poder Judicial dejando a la PNP, en la práctica, como un auxiliar de ella; la investigación criminal busca indicios, no se conforma con elementos de convicción, busca la verdad de la certeza y hay que respaldarse en las ciencias criminalísticas”. Paradójicamente, la Fiscalía construye su propia “criminalística”, en abierta competencia con la PNP. Es tiempo de cambios.

Se requiere que el nuevo gobierno y Congreso revisen los roles de cada institución, porque no puede sobreponerse la ciencia jurídica sobre la ciencia policial y viceversa, de ninguna manera, toda vez que sin capacidad investigativa, no es posible asegurar la seguridad ciudadana y la convivencia pacífica en el país. Por lo tanto, la responsabilidad fundamental de los próximos legisladores es proceder con las enmiendas correspondientes, toda vez que la evolución de la criminalidad así lo exige. ¡Sí se puede!