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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Londres es una ciudad compleja para gobernar porque además de contar con más de 8 millones de habitantes, más del 40% pertenecen a alguna minoría étnica. Asimismo, un aproximado de 12% de la población es musulmana, que si bien en su mayoría están integrados a la ciudad, hay distritos con tribunales religiosos que imponen la ley islámica o shaaría, ignorando la del país, con 'patrullas morales' para impedir la venta o consumo de alcohol, discotecas, tomarse de la mano o besarse en las calles y todo cuanto prohíbe el islam. Esto también ocurre en muchas otras ciudades de Europa. En los distritos londinenses de Newham y Tower Hamlets, por ejemplo, casi no se habla inglés, y cada vez más musulmanes estudian en colegios religiosos islámicos vinculados a grupos extremistas internacionales.

En Londres se criaron y estudiaron islamistas radicales como Omar Sheikh, quien ingresó a Al Qaeda y en Pakistán ordenó el secuestro y decapitación del periodista Daniel Pearl, en 2012; y también se formó el llamado 'Yihadista John', terrorista del Estado Islámico (EI), quien ejecutó en vivo y en directo a tres periodistas luego de asentarse en Siria. Pero también en la capital inglesa emergió de la pobreza el hijo de paquistaníes Sadiq Khan; hoy, el primer alcalde musulmán de la historia occidental.

Kahn, del Partido Laborista, le ganó al candidato conservador judío Goldsmith, en una elección que demolió estereotipos contra el islam y el judaísmo. Hombre religioso y moderado, Khan ha criticado expresiones antisemitas de algunos líderes radicales de su partido y promete encarar contra el extremismo de sus hermanos de fe en Londres, para hacer de la ciudad un ejemplo de multiculturalismo y tolerancia. Amén.