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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Más de la mitad de los votantes argentinos demostraron no creerle más a Cristina Kirchner sobre sus supuestos "maravillosos" legados que, según ella, dejará al próximo presidente. Su candidato Daniel Scioli apenas obtuvo una leve ventaja (36,8%) sobre el opositor Mauricio Macri (34,3%), quien sumado al voto antikirchnerista del disidente del oficialismo, Sergio Massa (21,3%), anuncia un mensaje de cansancio y disconformidad con la manera de hacer política de más de una década del poder conyugal Néstor-Cristina.

Queda claro, con la primera vuelta electoral, que la actitud sumisa de Scioli, a sombra de la presidenta, más que aportarle le restó votos, por lo tanto al candidato oficialista le conviene mostrarse más independiente del kirchnerismo, aunque Cristina ya ha hecho un largo mitin para defender su gobierno en un acto que puede calmar su rabia, pero ciertamente no ayudará a su candidato para la segunda vuelta.

Scioli debe sentirse como Carlos de Borbón de España, quien luego de la muerte de su hermano Fernando VII, en 1830, se enteró de que el rey dispuso que su viuda, María Cristina, se convirtiera en regente (gobernadora temporal) hasta que su hija Isabel II cumpliera la mayoría de edad y se coronara. Furioso porque la viuda de su hermano se aferró al poder, se inició lo que se conoce como Las Guerras Carlistas. Así surge la expresión "María Cristina me quiere gobernar", que exilados cubanos, en el siglo XX, hacían alusión. El cantautor Ñico Saquito compuso la famosa guaracha: "María Cristina me quiere gobernar, y yo le sigo, le sigo la corriente…".

Si Scioli le sigue la corriente a Cristina –que quiere seguir gobernando–, Macri tendrá más despejado el camino hacia la presidencia.

arielsegal@hotmail.com