Aprovechando el COVID-19 (II)
Aprovechando el COVID-19 (II)

Los regímenes que más se han aprovechado de la situación trágica por el COVID-19 para avanzar sus agendas son los de China y Turquía.

China aprobó una “ley de seguridad” para Hong Kong, que le permite llevar a juicio, en su territorio, a criminales (disidentes, manifestantes, críticos del Partido Comunista), asegurándose de que la autonomía de esa ciudad quede solo en el papel.

El gobierno de Turquía también aprovecha la distracción mundial para seguir su agenda neootomana. Luego de pactar con Trump para reemplazar a tropas estadounidenses en zonas pobladas por la etnia musulmana no árabe ni turca kurda en Siria, el presidente Erdogan ordenó incursiones militares al norte de Iraq –en donde sus kurdos gozan de autonomía– bajo la excusa de enfrentamientos con “radicales” en la frontera de ambos países. También ha enviado soldados a Libia para respaldar al gobierno, reconocido internacionalmente contra la guerrilla que domina la mayoría del país norafricano, entrometiéndose en su compleja guerra civil en donde también están involucrados Egipto y Arabia Saudita. Sin embargo, la más grave acción de este autócrata con ínfulas de sultán es la transformación del museo de Hagia Sofía en mezquita.

Símbolo religioso del imperio bizantino del siglo IV al XV, la Basílica de Santa Sofía fue convertida en mezquita tras la conquista turca musulmana de Constantinopla, actual Estambul, en 1453, para que largo tiempo después el fundador de la república de Turquía, Atatürk, la transformara en museo, en 1931, para que en el museo sus vestigios sincréticos cristianos-musulmanes fuesen Patrimonio de la Humanidad.

Con estas ‘jugadas’ bélicas y populistas, Erdogan busca avanzar, rápidamente, en su proyecto neoimperial otomano bajo la bandera de ‘Islam First’.

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