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Redacción PERÚ21

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Guillermo Giacosa,Opina.21ggiacosa@peru21.com

Se corre el riesgo de caer en generalizaciones banales que, inevitablemente, derivarán en un peligroso desgaste de las instituciones de la democracia. Basta ver en el Perú las tendencias que reflejan las encuestas sobre los poderes del Estado cada vez que alguna coyuntura, con capacidad para conmover, se transforma en el árbol que nos oculta el bosque. El hecho, la mayoría de las veces periodísticamente sobredimensionado pero históricamente intrascendente, ocupa todo el espacio de reflexión que debería dedicarse a las tempestades que se avecinan y distorsiona nuestra percepción de la realidad. Es curioso que en un planeta cuyo ritmo de crecimiento económico se desacelera, cuya alteración climática ya está instalada y cuyos exponentes industriales más prominentes parecen haber perdido la brújula que los oriente en medio de la crisis que los vapulea, nos obsesionemos con temas locales que no alterarán en absoluto el futuro que nos aguarda. Que la advertencia formulada por el presidente Humala –sobre el impacto que la crisis externa ya tiene en la economía local– sea minimizada por no pocos políticos y algunos periodistas es una señal de la que se desprenden dos preguntas: ¿obedecen a intereses corporativos a quienes el destino del pueblo peruano interesa poco o bien, lo cual no es imposible?, ¿la omnipotencia con la que los cegó el poder que antes ejercieron continúa mellando sus cerebros?