Lo decía en un artículo anterior, que al parecer para Dina Boluarte el requisito para ser ministro de Estado es tener un prontuario, porque no hay otra forma de ver los antecedentes de la mayoría de ministros impresentables que tenemos hoy en el remozado gabinete presidido por Eduardo Arana, otro personaje altamente cuestionado que, según datos de la Fiscalía, tiene más de 180 llamadas con el prófugo de la justicia César Hinostroza, el inefable líder de la organización criminal Los Cuellos Blancos del Puerto que se fugó del país para evitar la cárcel y hoy camina campante en Bélgica, cuando tiene requisitoria y captura internacional requerida por el Perú y España.
A Boluarte no le importan la trayectoria profesional o las calificaciones académicas, lo que importa para ser ministro es tener cuestionamientos y denuncias de hasta violencia familiar, paradójicamente siendo la primera mujer presidenta del Perú y en un país que tiene los peores indicadores de abuso y violencia contra la mujer. Es obvio que estos antecedentes no le importan a la presidenta, prefiere rodearse de estos impresentables porque sabe que es la única manera posible para mantenerse en el poder y llegar como sea a julio de 2026, rodeada de ministros sobones y sin dignidad.
El problema es que ahora el premier es alguien que está siendo investigado por la Fiscalía por esas conexiones con ‘los hermanitos’, la organización criminal de Hinostroza y Walter Ríos, ya preso por estos delitos. Se investiga a Arana por presunto tráfico de influencias y cohecho activo, los audios lo condenan y la opinión pública lo sabe, por más que él siga negando estas acusaciones que lo involucrarían en actos ilícitos con la abundancia de evidencias que lo condenan.
Con estos antecedentes es imposible que en un escenario normal un nuevo gabinete de ministros tenga el voto de confianza del Congreso; sería un escándalo pretender que los cuellos blancos tomen el control del Ejecutivo. Pero vivimos tiempos sombríos y todo es posible con sus pares del Parlamento. Entre delincuentes se van a encubrir y probablemente le den la última botella de oxígeno a este gobierno porque está más cantada su futura vacancia, ya que es imposible que el Congreso siga sosteniendo a un gobierno que se cae de bruces.
Por algo será que Santiváñez, en uno de sus audios infames con el capitán apodado ‘Culebra’, dice que Arana es un “con…”. Al parecer no se equivocaba porque Arana defendía las modificaciones de las leyes para favorecer a los delincuentes, nunca le importó observarlas.