Aprendo en Casa tiene más de 124 millones de visitas únicas en su portal. (Foto: Minedu)
Aprendo en Casa tiene más de 124 millones de visitas únicas en su portal. (Foto: Minedu)

Me alcanzaron un episodio de Aprendo en Casa para quinto de secundaria, programa educativo de emergencia que se está transmitiendo por nuestra TV. Todo comienza con una presentadora insoportable por lo excesivamente disforzada y gesticulante, pero eso no fue lo peor. El programa versó sobre la “diversidad lingüística” y el mensaje básicamente que dejó fue “habla como te dé la gana; conjuga el castellano como te salga del forro”, con una lingüista comunista como la gurú. Ojo, no hablo de acentos o de usar otros términos; eso es muy respetable. Hablo de gramática, sintaxis y semántica elementales, de seguir los lineamientos de la Real Academia. En el colegio no pueden alentar a que los escolares piensen que decir “pe”, “cuchio”, “haiga”, “de mi hermano su carro”, “me soñé” o “estábanos” es lo correcto. La lingüista Virginia Zavala podrá creer en relativizar las reglas del castellano para hablarlo como a cada uno le parezca o que justificar el practicar un castellano atroz por una óptica marxistoide esté bien, pero esas convicciones ideológicas no deben ser enseñanzas escolares.

Para empeorar las cosas aún más, una voz en “off” también sale allí con monsergas marxistas sobre “grupos de poder económico y político” y el uso del castellano correcto, al que apodan “standard”. Se habla bien el idioma y punto, así se sea pobre o rico, capitalino o provinciano. ¡Encima culpan a la educación escolar por intentar imponer un castellano correcto! Es impresionante cómo el rojerío ha capturado también el currículo escolar, algo que viene desde la ministra humalista Patricia Salas y que permitieron los ministros Saavedra y “Legally blonde” Martens. Solo Vexler quiso enmendar eso, pero duró poco y desde allí el Minedu no ha dejado de tener izquierdistas al mando. ¡Es decir, a Martha o César Hildebrandt les daba un derrame de ver ese mamarracho!