(Mario Zapata)
(Mario Zapata)

Redacción PERÚ21

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Jaime Antezana, especialista en temas de narcotráfico y terrorismo, da la alarma sobre la penetración del ilegal negocio en la política nacional.

Me gustaría iniciar la entrevista preguntándole ¿cómo funciona el binomio política-narcotráfico?La relación entre narcotráfico y política es de una necesidad recíproca. Por un lado, los narcotraficantes necesitan del político y de su poder para proteger sus negocios, y los políticos necesitan del narcotráfico para financiar sus campañas.

¿Cuánta profundidad tiene actualmente la 'narcopolítica' en el Perú?La 'narcopolítica' en nuestro país se hace visible en la década de los ochenta. A partir de ahí, uno se da cuenta de que el narcotráfico no está en la periferia, sino que llega al cogollo mismo de los partidos políticos, penetrando al más alto nivel de su estructura: jefes y líderes políticos.

¿Ese sería el caso del Apra y el prófugo Gerald Oropeza?El Apra tiene vínculos reales con el clan Oropeza, dado que el padre de Gerald fue militante de tradición y candidato a la Municipalidad de San Juan de Lurigancho; y su madre fue candidata al Congreso en el 2011, hace poco nomás. Eso significa que, definitivamente, metieron dinero en la pasada campaña electoral.

Entonces, ellos no eran simples militantes…Por supuesto que no. Alan García, Del Castillo y Velásquez han dicho que no pueden controlar a los más de 350 mil militantes, pero, como vemos, ellos no eran 'cualquier militante', porque el padre y la madre de Gerald postularon a cargos públicos. Esto no solo involucra a Facundo Chinguel. Cada vez más este caso va a llegar a los niveles más altos del Apra.

¿Cree que llegué al ex presidente García?Definitivamente. Esto va llegar a García, pero, obviamente, él ha sido muy cuidadoso. No lo fue en los 'narcoindultos' porque confesó abiertamente que daba las conmutaciones e indultos. Sin embargo, este señor está libre cuando debería estar preso. Estamos hablando de 400 narcotraficantes que no son mochileros, ni 'burriers' de firmas importantes en el país. A eso se le llama un gobierno que beneficia el narcotráfico, un gobierno pro 'narco'.

¿Qué más vincularía al Apra con Oropeza?Los contratos que tuvo la empresa denominada Sergero S.A.C, de propiedad de Gerald Oropeza. Esta tiene un contrato (con el Estado) del 2006, justo un año después de que García entrara a su segundo gobierno. Por todas la vías, el tema llega al Apra. Esto no es epidérmico.

¿Coincide con el congresista Daniel Abugattás en que se debe formar una comisión para investigar esta presunta relación?No creo en comisiones multipartidarias porque estas son producto de negociaciones políticas, son correlaciones de fuerza, son alianzas –porque así es el Congreso– y, obviamente, estas al final terminan generando un show mediático para perjudicar al Apra, que ya está perjudicada con esto.

¿Cree que perjudique a García en las elecciones del 2016?Después de lo de Oropeza, Alan García no volverá a ser presidente del Perú. Ese es mi vaticinio y espero que el país haya sido remecido por el 'narcoatentado' al Porsche de Gerald Oropeza, el ajuste de cuentas de Patrick Zapata y todas estas conexiones con la política, que no solo están en un partido político, sino a nivel institucional.

¿Cree usted que el clan Oropeza ha penetrado diversos estamentos del Estado?Tenemos el caso de Oropeza y todos sus bienes inmuebles y vehículos de lujo que están develándose, que deben estar bordeando los US$ 5 millones. ¿Qué pasó con la Unidad de Inteligencia Financiera que no vio semejante mamut? ¿Qué pasó con la Sunat, por donde pasan todas las transacciones y recibos por honorarios?

¿La Policía estaría al servicio del narcotráfico?Un 'narcoestado' es cuando el Estado está al servicio del narcotráfico. La pregunta es ¿La Policía está al servicio del narcotráfico? Yo creo que sí. Porque no controla. Controla lo mínimo. Control de daños le llaman, para demostrar ciertos resultados. Igual ocurre en el Ministerio Público, que hace profundas investigaciones a involucrados por lavado de activos y todo lo archivan.

Entonces, tenemos un Estado que no combate frontalmente el narcotráfico… No hay voluntad política del más alto nivel del gobierno y, por lo tanto, creo que ya estamos en un 'narcoestado'. No se necesita que nos gobierne un narcotraficante, no necesitamos de un Manuel Antonio Noriega, como en Panamá. Simple y llanamente, cuando el Estado deja de enfrentar al narcotráfico en sus áreas más sensibles, es ahí cuando se convierte un Estado en 'narco'.

¿Considera eficaz la lucha contra el narcotráfico que lidera el presidente Ollanta Humala?El presidente Ollanta Humala y el premier Pedro Cateriano no dicen nada. Cuando hay silencio del presidente de la República es porque hay condescendencia con el narcotráfico. El que calla otorga. Los silencios nos indican que no se quiere tocar este tema. Que se resuelva solo. Pero es claro que nuestro país ha vivido el primer 'narcoatentado'.

AUTOFICHA■ "Culminé mis estudios en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle. Llevo 26 años como investigador social. Empecé estudiando el desplazamiento forzoso de familias desterradas de Ayacucho, Huancavelica y Apurímac, a finales de los ochenta".

■ "Trabajando con los desplazados en las zonas urbanomarginales de Lima, como la parte alta de Canto Grande, los cerros del Agustino, Huaycán, Horacio Zeballos, es cuando empiezo a estudiar a Sendero Luminoso, en el año 1991".

■ "En 1998, ingreso a analizar el tema de narcotráfico. Empero, estuve vinculado a la hoja de coca del Vraem desde 1995. Mi primera investigación fue una consultoría para CARE Perú sobre estrategias de reimplementación del programa de desarrollo alternativo en el Vraem".

Por: Álex Ruesta (alex.ruesta@peru21.com)