Perú21 cumple hoy 18 años de vida. Nuestros lectores más fieles recordarán que la primera edición de este diario salió a la calle el 21 de agosto de 2002. Una calle que la emergencia del COVID-19 ha vuelto más dura que nunca. Pero aquí estamos: golpeados, magullados por la crisis, mascarilla puesta, pero sin rendirnos ante nuestro compromiso informativo que se ha multiplicado con la circunstancia excepcional que vive el país y el mundo, y que asumimos con el profesionalismo y entusiasmo del primer día.

Han pasado los años, pero nuestro objetivo no ha cambiado: la información verificada, la investigación, los análisis documentados y de calidad continúan siendo parte esencial en nuestro camino, en la que buscamos un Perú mejor y más justo para todos.

En estos 18 trepidantes años, Perú21 ha puesto en la agenda del país importantes temas de actualidad y destapado innumerables casos de corrupción, enfrentando con el mismo ahínco tanto a mafias y corruptelas, vengan de donde vengan, como a otras organizaciones criminales que tanto daño les han hecho y les hacen a los peruanos y a la democracia, como el narcotráfico, el terrorismo, la corrupción o la delincuencia, que, sumados, empobrecen la vida colectiva en las ciudades de nuestro amado país.

Durante esta pandemia, quizá la más grave que le ha tocado vivir al Perú en toda su historia, hemos estado también al frente. Así como resaltamos los aciertos iniciales del gobierno, también hemos sido críticos y rigurosos al advertir los errores y, a la vez, hemos formulado propuestas concretas para darles solución. La descentralización de los mercados populares, la formación de un Comando Vacuna, las imprescindibles campañas de comunicación masiva son solo algunas de las banderas que hemos levantado en esta crisis hasta que se nos comenzó a escuchar en las alturas del Ejecutivo y hoy –no sin dificultades o trabas– ya se van poniendo en marcha, para beneficio de todos.

La crisis sanitaria nos ha puesto a prueba como país y como colectividad humana, y particularmente como periodistas, ya que hasta nuestras modalidades de trabajo se han tenido que replantear y adaptarse a la “nueva normalidad” que nos toca vivir, pero sin sacrificar un ápice el rigor con que enfrentamos cada día los avatares de la realidad peruana, pues, para Perú21, el compromiso con el futuro del país es y será siempre innegociable.

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