[Opinión] Richard Arce: ¡Le mintieron, Monseñor Barreto! (FOTOS BRITANIE ARROYO / GEC)
[Opinión] Richard Arce: ¡Le mintieron, Monseñor Barreto! (FOTOS BRITANIE ARROYO / GEC)

Las expresiones desatinadas e irrespetuosas del premier Aníbal Torres en contra del cardenal Barreto y Max Hernández del Acuerdo Nacional forman parte de las supuestas “credenciales democráticas” de este gobierno y muestran el desprecio que tiene por la concertación y el diálogo para buscar una salida a esta crisis política.

Parece que fuera ya a propósito la intencionalidad de seguir petardeando la institución presidencial, desacreditando en público al propio presidente Castillo después de las sendas reuniones que tuvo con los representantes de la Iglesia y del Acuerdo Nacional, donde hizo público su compromiso –por versión de los invitados a Palacio– de hacer un giro democrático y responsable en su gobierno con la designación de un nuevo gabinete.

Pero es evidente que esto terminaría así. Hemos tenido al propio Cerrón faltándole el respeto al cardenal Barreto y descalificando su rol intermediador porque, evidentemente, prefiere mantener la impunidad del poder bajo la sombra que ostenta y esto le permite manejar el país como si fuera su chacra.

Ante estos despropósitos se entiende bien el mensaje subliminal de parte de Castillo, que avala los delirios de Cerrón y, además, entrega la patente de corso para que sigan mangoneando en Palacio.

Esto se deduce porque es evidente que tiene la anuencia del propio presidente, que ni siquiera osó enmendar la plana al dueño de Perú Libre y simplemente le mintió al cardenal Barreto; seguro para salir del momento.

Lo que no entiende el presidente es que el país es un polvorín porque no hay visos de solución con los conflictos sociales embalsados en Las Bambas, Cuajone, el corredor minero, el paro agrario que inició ayer en el sur o el bloqueo de las carreteras.

Ahora se anuncian otras paralizaciones en Puno, Ayacucho y Apurímac, y desde el Ejecutivo no hacen nada, más que aprovechar la crisis para distorsionar la narrativa de la realidad con una supuesta demanda social por una nueva Constitución. Pretenden negar la realidad y engañarnos evidenciando sus miserias.