[OPINIÓN] Andrés Balta: Los caminos falsos. (GETTY)
[OPINIÓN] Andrés Balta: Los caminos falsos. (GETTY)

Desde la perspectiva histórica, los intereses de manipulación y mentira, ubicados detrás de cualquiera de las tendencias políticas, han tenido, tienen y tendrán trapos inmundos que mostrar en todas sus tiendas. Como en la película “todos somos los asesinos”.

Me apena, pero de derechas e izquierdas hay y hubo caos, dictadura, tiranía, populismo y el siempre repugnante mercantilismo. Esas desviaciones han estado y estarán, como la sombra al cuerpo, al lado de todas las posiciones políticas. Cada tendencia, de una u otra forma, estuvo y está en cada una de esas enormes desgracias.

En plena guerra fría, en la Guatemala de los años 40 y 50 se manipuló, puso como pretexto y falseó que dos de sus gobiernos democráticos eran comunistas y cabezas de playa para la Unión Soviética, a los efectos de intervenir en ese país, derrocar con un golpe militar a Jacobo Árbenz, poner como testaferro a Castillo Armas y hacer que continúen los reinados del mercantilismo, los monopolios como efectos de Gobierno y las desigualdades frente a la ley. Sobre esto, en “Tiempos recios” MVLL nos dice “El triunfo que obtuvieron fue pasajero, inútil y contraproducente. Hizo recrudecer el antinorteamericanismo en toda América Latina y fortaleció a los partidos marxistas, trotskistas y fidelistas (…). Y de allí saldría también la idea de que era indispensable para la Cuba revolucionaria aliarse con la Unión Soviética y asumir el comunismo (…). Otra hubiera podido ser la historia de Cuba si Estados Unidos aceptaba la modernización y democratización de Guatemala que intentaron Arévalo y Árbenz.”

A contra pelo, sobre izquierdas me faltaría una biblioteca para reseñar abusos, mentiras y asesinatos en masa, con todas las desviaciones posibles, promovidas por la envidia que es, al mismo tiempo, su infértil tragedia y su poderosa manipulación.

Frente a ello tengamos objetivos y defendamos lo avanzado en América Latina: apertura comercial con el mundo, liberalismo económico, imperio de la ley, Estado de derecho, régimen republicano de Gobierno y democracia. Digamos no a las desviaciones y fortalezcamos los códigos de ética, conducta, civismo y transparencia en todos los Gobiernos, escuelas y empresas. Borremos del mapa los caminos falsos.