El presidente Pedro Castillo se reunió el último miércoles con Luis Almagro, secretario general de la OEA, en Palacio de Gobierno | Foto: César Campos / @photo.gec
El presidente Pedro Castillo se reunió el último miércoles con Luis Almagro, secretario general de la OEA, en Palacio de Gobierno | Foto: César Campos / @photo.gec

En momentos en que el presidente Pedro Castillo es objeto de muy graves cuestionamientos por sus reuniones clandestinas en Breña, lejos de Palacio, que poco a poco están develando presuntas negociaciones ilícitas, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, llegó a Lima, de visita oficial al Perú.

Una visita de lo más oportuna, según observadores zahoríes, pues este alto funcionario internacional no ha dudado ni tardado en darle sus bendiciones al Gobierno por la “determinación” (?) que habría “visto” en el mandatario en su lucha contra la corrupción, “fundamentalmente la corrupción que pueda haber en un entorno de Gobierno y durante su gestión”.

Un curioso espaldarazo, por decir lo menos, en medio de la crisis política que actualmente vive el país, justamente por la falta de transparencia con que actúa quien actualmente es la primera autoridad de la nación. O Almagro está en la luna respecto a lo que ocurre en el país o es que se ha dejado manipular para intentar lavarle de cara a la Presidencia de la República en las circunstancias críticas que vive hoy.

Almagro olvida principios fundamentales de la Carta Democrática Interamericana, firmada por todos los países miembros de la OEA, especialmente el artículo 4°: Son componentes fundamentales del ejercicio de la democracia la transparencia de las actividades gubernamentales, la probidad, la responsabilidad de los gobiernos en la gestión pública, el respeto por los derechos sociales y la libertad de expresión y de prensa.

Es notorio que la gestión de Castillo y del oficialismo en general contraviene totalmente este concepto fundamental por la opacidad con que actúa, así como por sus constantes ataques a la prensa independiente, sobre todo cuando se denuncian presuntos hechos de corrupción vinculados a funcionarios o se cuestionan políticas y decisiones de Estado.

¿Es acaso la Carta Democrática de la OEA letra muerta o una mera formalidad de la diplomacia internacional? ¿Con qué ojo está “viendo” al gobierno, señor Almagro? Porque, infórmese mejor: la administración de Pedro Castillo se sitúa, exactamente, en las antípodas de lo que prescribe este acuerdo.