Lo cierto es que, durante el operativo, los terroristas no alcanzaron a herir a ninguno de los efectivos que, provistos de visores nocturnos, habían rodeado la casa donde se hallaban. Es más, ni siquiera alcanzaron a evadir los misiles rockets que les lanzaron, por lo que la humilde vivienda quedó completamente calcinada, al igual que los tres cuerpos de los delincuentes.