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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Desde hace años preocupa el impacto que tiene para el mundo, y especialmente en el Perú, que la economía de China no crezca como lo hizo en el pasado, al 10% o más. Estamos en el umbral del 7% y aun esta cifra parece difícil hoy. Es lógico que creciendo al ritmo de 10% por buen tiempo no se pueda crecer así eternamente, pero el 7% o 6% sigue siendo importante.

El mundo debe asumir el crecimiento de 6-7% como patrón. El impacto en el precio de las materias primas es una de las consecuencias, sabemos que estas oscilan cíclicamente y los buenos tiempos en algún momento regresarán. Mientras, hay que avanzar en la diversificación de nuestro comercio y economía, lo que no implica un cambio de modelo económico. La diversificación estructural de la canasta exportadora peruana no será nunca ajena a nuestros recursos mineros, aunque otros productos no tradicionales aparezcan en el umbral exportador, lo que no ocurre de un día para otro.

China al 6% es gravitante para el mundo, con un mercado de 1,400 millones de personas. Su presencia en América Latina se ha incrementado, en términos de intercambio, como un inversionista y proveedor de maquinarias y equipos. El 83% de las empresas adquiridas por China en AL son del sector energía y recursos naturales.

China ha basado su crecimiento en reformas estructurales, apertura económica, promoción de exportaciones, desarrollo en infraestructura e incremento de ingresos y consumo interno, que le generará un inmenso mercado interno que ahora pretende potenciar.

La caída de la bolsa china es un aviso a ser más razonable con las expectativas del crecimiento del gigante asiático. Las acciones de empresas chinas tenían un precio irracional frente a las utilidades proyectadas futuras.

El escenario mundial luce convulsionado con la situación de Grecia, la caída de la bolsa china y las expectativas de movimiento de las tasas de la FED.

Alfredo Ferreroalfredo.ferrero@gmail.com

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