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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Los primeros mensajes de gobierno se enfocan en aquello que preocupa al iniciar un mandato. Toledo: reconstrucción institucional, García: crecimiento económico, Ollanta: gran transformación con inclusión social, y PPK, sindicado como pro empresario, colocó acento en temas sociales y en el Perú del bicentenario.

La declaración de PPK fue, en principio, aspiracional. No fue un discurso para los empresarios, sino para los ciudadanos. Por un país moderno que genere oportunidades para todos, donde se reduzca la brecha de ingresos.

El discurso no fue para rendir cuentas. Estas se rinden al finalizar la gestión. Fue para trasladar la visión de lo que pretende su gobierno. Un discurso de "mirada del país", pese a que algunos esperaban que hablara de PBI, millones y kilómetros. Su discurso fue una propuesta sensible a las necesidades de la población:

Saneamiento (agua y desagüe las 24 horas); educación (acceso gratuito a educación inicial y educación de calidad, se invierte el 3.8% del PBI versus un deseable 6%); salud (eficiencia en servicios); seguridad y corrupción (indignidad de la corrupción); desarrollo en infraestructura (simplificar la tramitología); formalización (reducción de 1% del IGV a partir del 1 enero del 2017 y una formalización al 60% versus el 30% actual). También se refirió a la ampliación y mejora de los programas sociales.

El mensaje de fondo indica que el crecimiento económico es fundamental, pero insuficiente si no se materializa en mejoras concretas para la población, en una "revolución social" hacia un país moderno, "justo, equitativo y solidario".

El Congreso será juzgado por lo que deje o impida hacer. "Compromiso es con el país, no con este presidente ni con este gobierno, ambos pasarán como todos". Invitó al diálogo, no al enfrentamiento y la división.

Hacia el bicentenario, "firme y feliz por la unión". Era de Pedro Pablo Kuczynski empieza bien.

(alfredo.ferrero@gmail.com)