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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Al momento de escribir estas líneas, PPK está adelante por 41,828 votos (al 98.562% de votos contabilizados). Difícil que Fuerza Popular pueda revertir, aunque matemáticamente posible.

Le costaron votos al fujimorismo los actos de las últimas semanas: la denuncia a Ramírez ( la DEA indicó que Keiko no estaba investigada) y sobre todo el USB (no aclarado) de Chlimper, hombre probo y primer y único vicepresidente tras la salida de Huaroc. Ello generó duda e hizo recordar prácticas montesinistas. El antifujimorismo encontró argumentos.

PPK aprovechó las circunstancias, "no has cambiado, pelona", y activó temores de narcoestado. Mendoza pidió votar por PPK y generó endose de votos que en una elección tan ajustada fue relevante. Votos blancos e indecisos tomaron posición y empataron la disputa en la que Keiko ganaba sin margen de error.

PPK llegó a tener 8% de intención de voto en primera vuelta, ganando ajustadamente al Frente Amplio, lo beneficiaron retiros de Guzmán y Acuña, el trasvase de votos de Barnechea y el temor al gobierno de Mendoza. Paradójicamente el apoyo de Verónika Mendoza impulsa el triunfo de PPK en segunda vuelta, sumados Acuña, Toledo, Guzmán y otras personalidades. No fue campaña pro PPK, sino campaña antifujimorista que inclina indecisos y blancos. Colaboradores de Keiko dieron municiones para el "todos o casi todos contra Keiko".

No hay diferencias programáticas sustantivas entre ambos, deberían ponerse de acuerdo si dejan disputas políticas y agravios. No será fácil ofrecer disculpas ni perdonar por el calibre de las ofensas y acusaciones. PPK necesitará conversar con fuerzas políticas, principalmente con el fujimorismo.

¿El fujimorismo fue derrotado? Con 73 congresistas de 130, mayoría absoluta en el Congreso, y 50% de los votos nacionales (virtual empate) obtenidos contra "todos", Fuerza Popular se consolida como el partido más organizado y de mayor arraigo en el país. Keiko logra posicionarse como líder, y cada vez es más tenue la perspectiva de que "el padre manda". Con base popular incuestionable y 41 años, el futuro está abierto. Eso mismo garantizaría un manejo responsable de la situación para mantener intactas sus posibilidades futuras.