Ni sano ni sagrado

“Ahora solo falta que a Toledo se le traiga pronto y no se le escape a las autoridades estadounidenses, que, según han dicho, monitorean todos sus movimientos a través de un grillete electrónico”.
Ni sano ni sagrado.

La decisión de EE.UU. de aprobar la extradición del expresidente Alejandro Toledo para que rinda cuentas ante la justicia peruana cierra un largo proceso judicial que arribó a un final que los peruanos esperábamos.

Ahora solo falta que a Toledo se le traiga pronto y no se le escape a las autoridades estadounidenses, que, según han dicho, monitorean todos sus movimientos a través de un grillete electrónico.

Debe reconocerse, eso sí, el gran trabajo realizado por la Fiscalía peruana, que supo lidiar contra las leguleyadas dilatorias del expresidente. El gravísimo cargo de corrupción en su contra se sostiene en una buena cantidad de documentos y declaraciones de testigos que, según los magistrados, demuestran que recibió coimas de la empresa Odebrecht por US$35 millones.

Toledo está más que embarrado y le será muy difícil remontar el proceso que se le sigue. El expediente, hasta donde se conoce, es muy sólido.

La segunda tarea que deberá acometer el equipo fiscal es traer al Perú a Eliane Karp, para que responda –para empezar– por el caso Ecoteva, pues en este tema tanto ella como su madre tuvieron participación directa. Más allá de encubrimiento o intento de blanqueo de capitales ilícitos, se trata de complicidad en una serie de delitos de corrupción. Y esos expedientes seguirán creciendo seguramente si se permite al equipo especial Lava Jato continuar con su trabajo, hoy permanentemente saboteado desde el Perú tanto como desde Brasil.

De ahí la necesidad, asimismo, de evitar que los acuerdos con Odebrecht se bloqueen, para llegar al fondo de esta trama de sobornos sistemáticos que incluye a políticos, empresarios y hasta periodistas. Como se sabe, los ejecutivos de la empresa brasileña han venido entregando valiosa documentación a los fiscales especiales que permitieron fortalecer sus investigaciones. Ese flujo de información no debe interrumpirse.

Esperemos que en las próximas 48 horas Alejandro Toledo se encuentre ya en manos del juzgado californiano que sigue su caso, para que sea entregado a la Interpol y a representantes de las autoridades peruanas.

Y respecto a Eliane Karp, más vale que se le traiga pronto, pues, como informó Perú21, busca volar a Bélgica, país con el cual el Perú no tiene convenio de extradición, como bien lo sabe el también prófugo exjuez supremo y ‘Cuello Blanco’ César Hinostroza.

Tags Relacionados:

Más en Opinión

Los libros imposibles

¿Cómo se relacionan crecimiento y bienestar?

El quinto: no matarás

El valor de un fiscalizador independiente

Golpe y paz

“Lecciones desde Bolivia”

Siguiente artículo