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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Hace no mucho escribí un par de veces que la mejor aliada del Perú se llamaba Michelle Bachelet, cuyo desastroso segundo gobierno ha hundido a nuestro competidor Chile (artículos que tuvieron mucha repercusión allá por redes).

Bachelet no solo ha frenado en seco el crecimiento económico con su absurdo activismo socialistoide (como anunciar una nueva constitución –sin saber luego qué hacer para redactarla– y paralizar así al país, meter un "impuestazo" y endurecer las leyes laborales para asustar al empresariado, etc.), sino que ha hecho algo peor: desmoralizar completamente a su país con esa corrupción de un hijo pícaro y ventajista al que nunca debió llevar a trabajar a La Moneda (desaliento al que también ha colaborado la podredumbre revelada en TODOS los partidos chilenos). Jamás la presidencia chilena ha estado más desprestigiada y más desaprobada desde que se fue Pinochet. ¡Grau y Bolognesi aplaudirían entusiastas a esta señora!

Pero la tarea de autodemolición, de suicidio, de nuestro rival Chile aún no ha acabado: Bachelet se va el próximo año y temo que la posta la podría tomar alguien muchísimo más capaz, alguien con carácter y seso que enmendase tanto yerro. ¡Sin embargo, no puedo estar más reconfortado con la candidatura presidencial emergente de Isabel Allende Bussi (no confundir con la escritora), la hija del ex presidente Salvador Allende, el hombre que hizo retroceder 30 años a Chile, le polarizó hasta llevarlo casi a una guerra civil y ayudó así a parir a Pinochet (aunque el loquito radical de Carlos Altamirano, los orates del MIR y otros rojos fueron aún más responsables)! ¡Una segunda Bachelet y encima con la mentalidad allendista puede ser la próxima presidenta de Chile! ¡Qué maravilla para el Perú! ¡Vamos, Isabel! ¡Otra Allende al poder!