(GEC)
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-Todos saben que con Hildebrandt nos detestamos y que estamos en las antípodas ideológicas, pero no por eso voy a negar sus cualidades profesionales. Siempre le leo porque es un periodista de verdad, con oficio y conocimiento. No es como estos que se proclaman periodistas sin haber hecho una nota de comisaría en su vida y/o sin tener academia (¡Solo peor aun son las waripoleras!). 

Por eso, me es menester “rebotar” aquí algunas notas que nos trae el último H-13 y que no tienen la repercusión que deberían. Una es esa revelación de Meche Araoz, que describe las verdaderas caras siniestras de Vizcarra y su asesor argentino Maximiliano Aguiar, ese par de golpistas a los que solo les interesó destruir al sistema político por popularidad vana (con la lamentable complicidad de muchos medios, incluso H-13). Otra nota de lectura obligatoria es aquella que descubre la manipulación oenegenera radical que hubo en los nativos que hace poco atacaron a PetroTal en la selva, con tres muertos como resultado. Un informe allí desmiente la fábula izquierdista de “una masacre policial pro-empresa” que nos quisieron contar los “progres” en Lima. Y otra nota nos advierte los líos feos en Osiptel de un canal limeño con los cableros provincianos, que pudieron –y podrían- dejar sin fútbol mundialista a muchos en el interior.

-Este cataclismo del 8-2 sufrido por el Barcelona me es perfecto para intentar explicarle a los jóvenes esas tremendas goleadas (Argentina 6-0 en 1978, Polonia 5-1 en 1982, Chile 4-0 en 1997) sufridas otrora por selecciones peruanas, a pesar de contar con jugadores extraordinarios (o buenos), en esos partidos decisivos: jugadores engreídos, soberbios y sin vergüenza deportiva; directivos argolleros y entrenadores primitivos (Calderón), poco motivadores (Oblitas) o ausentes (Tim).  

-PD: Ya solo faltan 346 días para que se largue Vizcarra…

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