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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

¡Linda con lo cómico que Ollanta Humala se haga el indignado con que le hayan alguna vez chuponeado cuando, bajo su gobierno, se hicieron absurdos seguimientos de inteligencia a muchas personas, como a mi ex esposa, a la ahora ministra Marisol Pérez Tello y a mí, como lo revelaron los medios en esa época (ver, )! ¡Le dieron de su propia medicina! Quien a hierro mata a hierro muere…

Y todo indicaría que parte de esos más de 100 audios confirmarían la siempre sospechada compra de testigos en la selva para sepultar el caso Madre Mía, operación de salvataje que, como indican las libretas de Nadine, se complementó posteriormente con visitas y coordinaciones de un abogado apodado "Ojitos" con un tal "San Martín" en el Poder Judicial para limpiar al "Capitán Carlos", a finales del año 2009. Estos audios sí que ponen en aprietos a Humala, pues los casos de DD.HH. nunca prescriben, son muy fáciles de reabrir y se aceptan todas las pruebas posibles. Tampoco existe la cosa juzgada. Y las que quedan embarradas como palo de gallinero son la izquierda y las ONG de DD.HH, que se hicieron las locas con Madre Mía desde el momento en que Humala se volvió su candidato (y el de los brasileños) para llegar al poder. Allí sí que JDC, Villarán y Ernie se quedaron tranquilitos.

Solo como dato para enriquecer al lector, el caso Madre Mía acabó finalmente en diciembre de 2009, cuando la Segunda Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema decidió archivarlo. Esa sala estaba presidida por el juez supremo César San Martín ().