Vuelvo hoy al MINCETUR no solo por interés público, sino también por tantas quejas de adentro que no puedo dejar desatendidas. Me informan que en Promperú (PP) se ha desatado una caza de brujas, pues se estarían revisando los correos electrónicos del personal para averiguar de dónde proviene la información veraz que ha salido (¡plancha quemada!). Instaurar el Terror es lo último que debe hacer el liderazgo de un ente; eso solo muestra incompetencia e inseguridad (y todo lo revelado es 100% cierto).
Y esa incompetencia en la presidencia de PP también se muestra en el área laboral, pues PP acaba de perder un arbitraje anual por poco más de S/2 millones con el sindicato respecto a los trabajadores CAS, por ese viejo problema de la administración pública de tener conviviendo regímenes laborales paralelos (CAS y 728). Es que se debió dejar de engordar la planilla con tanto burócrata innecesario (cuando uno visita PP se nota el local saturado de tanto personal. ¡Encima se tercerizan trabajos!). Por cualquier cosa contratan CAS cuando lo que ya se necesita es dieta.
Pero es cierto que podría mejorarse alguito esa situación disímil entre CAS y estables si no se dilapidasen recursos en viajes innecesarios. No se entiende que Sol Velázquez, la directora de Promoción de Turismo de PP, haya viajado ya tres veces este año (Madrid en enero y abril, Shanghái en mayo) cuando en esas dos ciudades ya existen sendas OCEX (oficinas comerciales) con titulares responsables de las ferias y eventos, además de que ahora se tiene el Zoom y otros medios web para cualquier coordinación en vivo.
Los periplos de doña Sol con su séquito (Emperatriz Aliaga, Cynthia Melgarejo, Martha Quesada, Ivana Frkovich y Jonathan Díaz) han costado unos S/163,000 (US$45,000). ¿Cuántos desayunos infantiles, medicamentos en postas, baños escolares, etcétera, se pudieron pagar con esos tres viajes inútiles? Eso es dinero público derrochado, por más que el embajador Amador Velázquez después diga que no.