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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

A más de uno le ha llamado la atención que la usualmente vocinglera izquierda peruana esté tan muda respecto a las revelaciones de las coimas de Odebrecht y otras constructoras brasileñas. Gente bulliciosa como Glave, Dammert, Mendoza, Nelson Manrique, etc… ni abren la boca al respecto. Tampoco vemos a Mónica Sánchez lavando banderas o a los pulpines haciendo su marchita.

A mí no me llama la atención para nada este mutismo, pues existen serios indicios de que también nuestra izquierda va a ser alcanzada por estos escándalos. ¿No se acuerdan de cómo Odebrecht no solo le regaló un Cristo a Alan, sino también arena a Villarán para La Herradura? No olvidemos que la gestión edil de izquierda le adjudicó, sin competencia y por iniciativa privada, la concesión "Rutas de Lima" (115 km) a Odebrecht, que llenará de suculentos peajes las entradas y salidas Panam-Norte, Panam-Sur y Ramiro Prialé de nuestra capital por 30 años y que los brasileños le han tenido que vender recientemente a un fondo de inversión canadiense. Otro lunar rojo a escudriñar será el contrato que la izquierda renegoció con la corrupta OAS para la "Línea Amarilla", que amplió a 10 años más esa concesión y evitó crear un ramal más para el Metropolitano… Ya se reveló que tres empleados de OAS traían dinero negro a Lima (pegado con scotch) para sobornos y que varios de esos viajes fueron vísperas de la revocatoria. ¿Quién financió la campaña izquierdista contra la revocatoria? ¿Quién le pagó a Favre?

Anel Townsend nunca nos dio una respuesta. Tal vez ahora sería interesante que la congresista Marisa Glave, regidora izquierdista de Villarán, nos cuente sobre Favre y sobre esas dos concesiones ediles que dio la izquierda, con Mónica Sánchez y los artistas de la revocatoria bailando como fondo.