George Forsyth y el comandante PNP, José Lavalle, lideraron el operativo. (José Caja: GEC)
George Forsyth y el comandante PNP, José Lavalle, lideraron el operativo. (José Caja: GEC)

Ha sido un importante gesto político y cívico que ocho alcaldes de la ciudad, incluyendo a la máxima autoridad de la capital, respalden la lucha que ha emprendido en La Victoria George Forsyth contra la corrupción y el crimen.

Junto con la gerente de Fiscalización de ese distrito, Susel Paredes, ambos están liderando una valiente campaña contra la pesada herencia que les dejó la gestión municipal de Elías Cuba, hoy en la cárcel, quien encabezó y fomentó un sistema de mafias que impusieron sus malas prácticas en las principales zonas comerciales de ese distrito.

Por ello, el hecho de que hayan ido juntos a expresar su respaldo a esa lucha los alcaldes de Lima, Breña, Jesús María, Lince, Miraflores, San Isidro, San Luis y Surquillo es una expresión muy saludable que debería multiplicarse y replicarse en otras partes de nuestra metrópoli.

La situación de La Victoria no es resultado de una práctica aislada ni podemos mantenernos al margen de ella porque no vivimos o trabajamos en ese distrito. Solo por el emporio textil de Gamarra, ingresa un promedio diario mínimo de 150 mil visitantes provenientes de distintas partes de la ciudad.

De otro lado, hace dos días nomás que murió en el Callao Patrick Vicente Olórtegui, regidor del distrito de Carmen de la Legua-Reynoso, de apenas 22 años, quien había sido acribillado a balazos el 7 de enero.

Aunque su caso todavía está en investigación y no se ha determinado el móvil del crimen, ocurrió en los primeros días del año cuando recién se instalaban las nuevas autoridades municipales. En varios distritos del Callao hubo amenazas e incluso disparos lo que se tomó como un intento de amedrentamiento ante los cambios que se estaban produciendo y algunas acciones anunciadas. En esa oportunidad, alcaldes chalacos también se expresaron respaldo.

Las autoridades han hecho suyo el reclamo de la ciudadanía contra los corruptos y contra la inseguridad ciudadana. Este es cada vez más evidente en encuestas y en las manifestaciones públicas. Respaldemos plenamente a quienes están comprometidos en esa lucha.

Se trata, entonces, de que los municipios sumen esfuerzos y trabajen de manera eficiente contra la delincuencia y la corrupción en beneficio de la ciudadanía, sus votantes y la ciudad a la que aspiramos.

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