(GEC)
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Saludamos el anuncio del titular de Salud, Hernando Cevallos, sobre la decisión del Consejo de Ministros de ponerle fin a la absurda restricción del toque de queda dada su baja o nula incidencia en la propagación del virus. El Gobierno debe revisar ahora los aforos, cuyas restricciones vienen golpeando seriamente al sector gastronomía y turismo.

Como se sabe, estas actividades económicas han sido de las más damnificadas por las cuarentenas y restricciones sanitarias que trajo la pandemia. Muy aparte de las consiguientes bancarrotas en serie, pérdidas de ingresos y de empleos, conviene recordar que los monumentos arqueológicos, los atractivos naturales y –desde las dos últimas décadas– la gastronomía son componentes esenciales de la imagen que el Perú y su cultura proyectan al mundo, las mismas que convocan a legiones de visitantes extranjeros que dejan importantes divisas a la economía nacional.

En una marcha organizada por los clubes de fútbol y la Unión de Gremios y Asociaciones de Restaurantes, José Luis Silva Martinot, representante de estos últimos, recordó que antes de la pandemia existían alrededor de 200 mil restaurantes en todo el país y que, hasta 2021, el número se había reducido a la mitad. Una cifra dramática, cruda, pero absolutamente real.

Aunque hasta ayer viernes no se publicaba la norma oficial, agregando confusión a la inquietud de la ciudadanía, deseosa, por ejemplo, de festejar el triunfo de la selección peruana ante Colombia (partido que, dicho sea de paso, se jugó en Barranquilla a estadio lleno), el levantamiento del toque de queda y el aumento del aforo al 60% en los restaurantes serán de ayuda, ciertamente, pero resulta insuficiente para que el sector inicie una recuperación a paso seguro.

El gobierno debe basar sus medidas de defensa contra los avances de la pandemia en la evidencia científica y está visto que en este aspecto los cuidados deben ser responsabilidad de los ciudadanos y de los propios establecimientos, pues el daño económico que se está haciendo con estas restricciones draconianas puede llegar a ser irrecuperable.

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